Si eres mamá o papá, seguramente habrá ocasiones en las que te sientes sobrepasado, ineficiente o impotente frente a la crianza, pueden surgir distintas complicaciones y múltiples interrogantes.
La asesoría parental te ofrece orientación para que puedas acompañar a tus hijos en su proceso de maduración, te ayuda a verlos desde una perspectiva más amplia para que puedas entenderlos, y así, darle a cada uno lo que necesita para desarrollarse sanamente y alcanzar su potencial.
Es un espacio para hablar libremente sobre tus sentimientos y creencias, romper paradigmas y reconstruirte.
¿Cuándo pedir asesoría parental?
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Si como mamá o papá te sientes desorientado, confundido o angustiado.
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Cuando se presentan conflictos relacionales entre un hijo con alguno de los padres o con ambos, entre los hijos o entre los mismos padres.
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Si se observan problemas de comunicación entre los miembros de la familia.
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Cuando los padres inician un proceso de separación que se vuelve complejo y difícil de manejar.
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Si requieren de un plan parental para lleva a cabo una parentalidad compartida.
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Cuando el estado de ánimo del niño o adolescente influye negativamente en su funcionamiento dentro del ámbito escolar, familiar o social.
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Si se observan erupciones de ataque o malhumor frecuente, o cambios bruscos en el estado de ánimo del niño o del adolescente.
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Si se percibe baja autoestima o conductas autodestructivas.
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Cuando hay un desafío constante a la autoridad, ya sean los padres, profesores o algún otro adulto.