Plan Parental
Es un documento en el que, tras una separación o divorcio, ambos padres establecen acuerdos sobre la crianza y educación de los hijos, especialmente si desean poner en práctica una parentalidad compartida (co-parenting).
El objetivo es dejar claros sus compromisos y responsabilidades para minimizar conflictos a futuro y asegurando que las necesidades de los hijos queden cubiertas.
Dentro del plan parental se sugiere considerar tres aspectos básicos:
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Convivencia (en dónde van a vivir, cuándo verán a cada padre, quién pasará por ellos a la escuela, quien los llevará a clases especiales, cómo pasarán vacaciones, cumpleaños, cuándo visitarán a los abuelos, etc.)
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Educación (elegir el tipo de escuela, definir quién asistirá a las juntas y eventos escolares, establecer reglas para poner en práctica una disciplina que no se contraponga en ambas casas - el uso de dispositivos, la hora de dormir, los permisos con los amigos, entre otras -. )
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Salud (si hay algún protocolo especial con uno de los hijos cómo se va a poner en práctica, quién los acompañará a consultas médicas, qué hacer ante una emergencia…)
Elaborar el plan parental facilita el que los hijos puedan adaptarse a los cambios al tener claridad, estabilidad y seguridad sobre cómo se organizará su vida después de la separación o divorcio de sus padres.
Este documento es sólo un punto de partida, podrá modificarse una vez que empiece a ponerse en práctica y se valore si se cubren, o no, las necesidades de la familia, anteponiendo siempre el bienestar de los hijos.
El apoyo de una orientadora familiar es necesario porque actúa como un mediador neutral que facilitará la comunicación entre los padres y les ayudará a identificar las necesidades de los hijos.